jueves, 18 de abril de 2013

Pócimas de escorpión, caballitos de mar o cuernos de rinocerontes en lugar de pastillas


27.05.2012. 20 MINUTOS
Las pócimas hechas con escorpión y otros bichos o cuerno de rinoceronte son algunos de los muchos pretendidos remedios a los que recurren muchos tailandeses reacios a curar sus males con los fármacos empleados en la medicina convencional.
Caballitos de mar"Los caballitos de mar son buenos para los pulmones y mezclados con salamandra en una pócima con hierbas ayudan a curar los problemas de riñón", dice Ar-Muay, propietaria de una botica de medicina tradicional de entre las muchas que hay el centro de Bangkok.



Los caballitos de mar son buenos para los pulmones y mezclados con salamandra en una pócima con hierbas ayudan a curar los problemas de riñónLa mayoría de los estantes de esta farmacia en la que se asesora al cliente, están repletos de frascos que contienen tallos y hojas de plantas y productos preparados de acuerdo a lo establecido por la milenaria farmacopea china, además de tradicionales brebajes tailandeses, como los elaborados a base de nidos de golondrina, jengibre o ajenjo.
También hay recipientes conciempiés, raras cucarachas del campo y escorpiones disecados, a los que atribuyen cualidades para mejorar la presión sanguínea y sanar ciertas dolencias, y que son el principal ingrediente de los jarabes con hierbas y alcohol de arroz que prepara el personal de la botica.
"Se dejan los animales dentro del recipiente entre uno y tres meses y luego se puede conservar durante años", dice Ar-Muay, de 45 años, con un tailandés fluido pero con un pronunciado acento chino.
La boticaria, que llegó a Tailandia procedente del sur de China hace tres décadas, asegura que la eficacia de los remedios que vende es indudable tras siglos de utilización y son naturales, por lo que tienen menos efectos secundarios que los fármacos empleados en la medicina moderna.
"Yo nunca tomo medicamentos modernos, sólo me fío de lo que está escrito en los libros de medicina china", explica la mujer, que hace apenas un mes abrió su propio negocio tras trabajar durante varios lustros en una de las más antiguas farmacias chinas de la capital.
El precio no es la principal motivación para aquellas personas que prefieren emplear los remedios alternativos o chinos, ya que en Tailandia el precio de los productos farmacéuticos convencionales es relativamente bajo y accesibles para la mayoría de la población.
Yo nunca tomo medicamentos modernos, sólo me fío de lo que está escrito en los libros de medicina chinaUn tratamiento alternativo, que se suministra entre una semana y diez días, cuesta entre unos 15 y 30 dólares (unos 12 ó 24 euros), más que la mayoría de las medicinas modernas, e incluso su coste puede ser mayor si los ingredientes son raros o escasean.
Por ejemplo, un tamlung (medida tailandesa equivalente a 3,75 gramos) de gusanos tibetanos cuesta 15.000 bat (480 dólares o 370 euros), mientras que por uno de caballitos de mar se paga unos 1.500 bat (48 dólares o 37 euros).

Especies en peligro de extinción y nula base científica

Ar-Muay asegura que todos los productos que vende son legales, incluidos los cuernos de rinoceronte que tiene cortados en rodajitas y que vende a 2.000 bat (62 dólares o 48 euros) el tamlung.
La boticaria, quien asegura que compra los ingredientes de forma legal en una granja, no se muestra preocupada por la amenaza de extinción que se cierne sobre algunas especies que comercializa e insiste en las propiedades curativas del cuerno de rinoceronte, por ejemplo, para aumentar la fertilidad.
"Los huesos de tigre ayudan a mejorar las articulaciones, pero no los vendemos porque es ilegal", apunta de forma un tanto cándida Ar-Muay, quien considera que el empleo de estos remedios milenarios no contribuye a la eliminación de especies de flora y fauna.
La mayoría de los establecimientos de medicina tradicional y china en Bangkok se encuentran en el barrio de Yaowarat, poblado por la comunidad de origen chino que emigró a tailandia en el siglo XIX. En este bullicioso barrio abundan las farmacias que venden remedios tradicionales chinos y tailandeses, aunque también incluyen otros productos más exóticos y polémicos como escarabajos e hipocampos, no regulados por la normativa sanitaria.
Las autoridades sanitarias se esfuerzan en desligar estos ingredientes exóticos de otros tratamientos alternativos como la fitoterapia a través de plantas, los masajes terapéuticos y la acupuntura, aunque a veces se ofertan juntos en los mismos establecimientos.
Según Wonchat Subhachaturas, presidente de la Asociación Médica de Tailandia, sólo los remedios a base de plantas empleadas en la medicina tradicional china y tailandesa están reguladas en el Departamento de Medicina Alternativa tailandés. Los escorpiones, caballitos de mar o el cuerno de rinoceronte "son creencias de origen chino, pero no tienen nada que ver con el Departamento de Medicina Alternativa que trabaja principalmente con plantas medicinales", indicó el doctor Wonchat.
Además de su dudosa o nula base científica, los animales exóticos utilizados como remedios medicinales alimentan el tráfico ilegal de especies como tigres o rinocerontes, a los que muchos asiáticos atribuyen propiedades afrodisíacas o incluso contra enfermedades como el cáncer.
Tailandia, en particular Bangkok, esta considerado por los grupos ecologistas internacionales uno de los principales centros de tráfico de especies en peligro de extinción, que en su mayor parte van destinados a los laboratorios y tiendas clandestinas de China, Vietnam o Malasia.


COMENTARIO


Nos encontramos ante una noticia publicada en el periódico 20 MINUTOS el día 27 de mayo de 2012, y que va sobre algunos de los remedios que toman los tailandeses para curar algunas de sus enfermedades.

Estos “medicamentos naturales” proceden directamente de la naturaleza, sin más alteraciones que la propia elaboración del producto. Según se explica en este texto desde los caballitos de mar y las salamandras, pasando por los nidos de golondrina y llegando hasta los gusanos, todos estos animalitos nos pueden ayudar de un modo u otro. La mayoría de estas “recetas” proceden de China, donde este “arte” se instauro hace muchísimos años. De esta modo se está rescatando poco a poco, cada vez más este tipo de remedios, ya que a pesar de lo desagradable que pueda resultar, su consumo, y por tanto su producción y venta está aumentando en los últimos tiempos.

La gente cada vez es más moderna y está abierta a nuevas experiencias, como se suele decir “lo que no mata, engorda” aunque siempre hay que estar atento los lugares y el tipo de producto que compramos ya que es posible que en ciertos casos sea “peor el remedio que la enfermedad”.

De este modo, en esta noticia se observa cómo a pesar de que la población tailandesa tiene acceso a medicamentos actuales, prefieren tomar este tipo de antídotos, siendo estos en algunos casos incluso más caros que los que se pueden adquirir en una farmacia normal. Esto se debe a que en la elaboración de algunos de estos remedios a veces se emplean ingredientes difíciles de conseguir, elevando así su valor.

El problema del consumo de estos productos es que no se conocen aún si sus bases biólogicas ni el efecto que pueden causar a largo plazo. Hay una enorme falta de información sobre ellos y por eso las autoridades sanitarias no recomiendan este tipo de prácticas ya que, además de poder ser perjudiciales para la salud, se desconoce el origen de las especies, con las que , aunque se niegue, se está traficando. Esto puede conllevar a un grave peligro para la continuidad de estas especies, por lo que desde mi punto de vista, considero que es mejor acudir a un médico o farmacia normal o incluso recurrir a las plantas medicinales, de las que se conoce algo más.

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